¿Qué es la Caléndula?
La caléndula, o Calendula officinalis, es una planta herbácea anual perteneciente a la familia de las Asteráceas. Originaria del sur de Europa y conocida desde la antigüedad, la caléndula es muy apreciada por sus vistosas flores de color amarillo o naranja y por sus propiedades medicinales.
La composición química de la caléndula es rica y variada. Entre sus componentes destacan los flavonoides, terpenoides, carotenoides y compuestos fenólicos. Además, contiene aceites esenciales y esteroides.
Históricamente, la caléndula ha sido utilizada en la medicina tradicional para tratar diversas afecciones, entre ellas las inflamaciones cutáneas, las infecciones oculares y los problemas digestivos. Asimismo, en algunas culturas se le han atribuido propiedades mágicas y se ha empleado en rituales y ceremonias religiosas.
Taxonomía y Localización y hábitat
La caléndula pertenece a la familia Asteraceae, al género Calendula y a la especie officinalis. Crece de manera silvestre en el sur de Europa, aunque se ha naturalizado en muchas otras partes del mundo. En países hispanohablantes, se puede encontrar en España, en la región andina de Sudamérica, en México y en el sur de los Estados Unidos.
Reconocimiento de la planta
La caléndula es una planta de hasta 60 cm de altura, con hojas verdes oblongas y flores grandes y vistosas de color amarillo a naranja. Su tallo es erecto y ramificado, y sus flores, que aparecen en primavera y verano, son en realidad un conjunto de pequeñas flores agrupadas en un capítulo.
Cultivo de la Caléndula
La caléndula es una planta de fácil cultivo que se adapta bien a diferentes tipos de suelo y climas. Prefiere lugares soleados y suelos bien drenados, aunque puede tolerar la sombra parcial y los suelos algo arcillosos. La siembra se realiza generalmente en primavera, aunque en climas templados puede realizarse también en otoño.
Cuidados de la Caléndula
Localización y luz: La caléndula prefiere los lugares soleados, aunque puede tolerar la sombra parcial.
Riego: A la caléndula le gusta el suelo húmedo, pero no encharcado. El riego debe ser regular, pero moderado.
Sustrato: Prefiere un suelo bien drenado, rico en materia orgánica y con un pH neutro o ligeramente ácido.
Abono: La caléndula agradece un abono orgánico al inicio de la primavera para favorecer su crecimiento y floración.
Reproducción: La reproducción se realiza por semillas, que pueden sembrarse directamente en el lugar definitivo o en semillero.
Época para plantar: La mejor época para plantar la caléndula es en primavera, aunque en clim
as templados también puede plantarse en otoño.
Plagas y enfermedades de la planta
La caléndula puede ser afectada por pulgones, babosas y caracoles, que pueden dañar sus hojas y flores. En cuanto a enfermedades, puede sufrir de oídio y podredumbre de la raíz, especialmente si el suelo está demasiado húmedo.
Uso medicinal de la Caléndula
La caléndula tiene una larga historia como planta medicinal. Sus flores y hojas se utilizan para preparar infusiones, tinturas, cremas y ungüentos que se aplican tanto interna como externamente.
Beneficios de la Caléndula
- Antiinflamatoria: Gracias a su contenido en flavonoides, la caléndula ayuda a reducir la inflamación y el dolor.
- Cicatrizante: Promueve la cicatrización de heridas y quemaduras, y ayuda a reducir las cicatrices.
- Antibacteriana: Sus compuestos fenólicos le otorgan propiedades antibacterianas, útiles para tratar infecciones cutáneas.
- Digestiva: Mejora la digestión y ayuda a aliviar problemas gastrointestinales como la gastritis o las úlceras.
- Antioxidante: Sus carotenoides y flavonoides la hacen una excelente aliada para combatir los radicales libres y prevenir el envejecimiento prematuro.
Estudios médicos sobre la Caléndula
La caléndula ha sido objeto de numerosos estudios científicos que avalan sus propiedades medicinales. Un estudio realizado en 2013 por la Universidad de Coimbra, Portugal, demostró la eficacia de la caléndula en la cicatrización de heridas y quemaduras.
Además, una revisión sistemática de estudios publicada en 2017 en la revista “Journal of Herbal Medicine” concluyó que la caléndula puede ser efectiva en el tratamiento de diversas afecciones dermatológicas, como dermatitis, eczemas y psoriasis.
Ejemplos de uso de la Caléndula como medicina
- Para heridas y quemaduras: María, una madre de tres niños, suele tener en casa un ungüento de caléndula para tratar las pequeñas heridas y quemaduras que a menudo sufren sus hijos. Aplica una pequeña cantidad de ungüento en la zona afectada después de limpiarla y lo repite dos veces al día hasta que la herida o quemadura cicatrice.
- Para problemas digestivos: Juan, que sufre de gastritis, toma una infusión de caléndula después de cada comida. Nota que su digestión es más fácil y tiene menos dolor y ardor de estómago.
- Para infecciones cutáneas: Laura, que tiene una piel propensa al acné, utiliza una crema de caléndula para tratar sus brotes. Aplica la crema en las zonas afectadas después de lavar su rostro y siente que su piel está menos inflamada y que las espinillas se curan más rápidamente.
- Para aliviar el dolor menstrual: Marta sufre de dolores menstruales intensos. Después de leer sobre los beneficios de la caléndula, decide preparar una infusión con sus flores y tomarla durante sus periodos. Se siente mucho más aliviada y puede llevar a cabo sus actividades diarias sin molestias.
- Para el cuidado de la piel: Pedro tiene la piel seca y con tendencia a descamarse. Usa una crema hidratante a base de caléndula que le ayuda a mantener la piel suave y a prevenir la descamación.
Usos culinarios de la Caléndula
Las flores de la caléndula se utilizan en la cocina para dar color y sabor a ensaladas, sopas, guisos y postres. También se pueden usar para hacer té o infusión.
Contraindicaciones de la Caléndula
Aunque la caléndula es generalmente segura, en algunas personas puede causar reacciones alérgicas, especialmente en aquellos que son alérgicos a las plantas de la familia de las Asteráceas. No se recomienda su uso durante el embarazo y la lactancia, ya que puede estimular el útero. También debe evitarse su uso en heridas abiertas o infectadas.
Puntos importantes a tener en cuenta al tomar Caléndula
Edad: La caléndula puede ser utilizada en niños y adultos, pero siempre con precaución y siguiendo las recomendaciones de un profesional de la salud.
Dosis recomendada: La dosis de caléndula puede variar dependiendo de la forma en que se tome. En general, se recomienda tomar una taza de infusión de caléndula tres veces al día después de las comidas o aplicar una pequeña cantidad de crema o ungüento en la zona afectada dos o tres veces al día.
Alergias: Antes de tomar caléndula por primera vez, es aconsejable hacer una prueba en una pequeña área de piel para verificar que no se produzca una reacción alérgica.
¿Dónde encontrar la Caléndula y dosis recomendada?
La caléndula se puede encontrar en herbolarios, farmacias y tiendas de productos naturales. También se puede comprar en línea. La dosis recomendada varía dependiendo de la forma en que se utilice. En general, para una infusión, se pueden utilizar de 1 a 2 cucharaditas de flores secas por taza de agua. Para una crema o ungüento, se puede aplicar una pequeña cantidad en la zona afectada 2 o 3 veces al día.
Cinco formas de consumir la Caléndula
- Infusión: La infusión de caléndula se prepara con las flores secas de la planta. Es fácil de hacer y es una excelente manera de aprovechar sus propiedades digestivas y calmantes. Sin embargo, su sabor puede resultar algo amargo para algunas personas.
- Tintura: La tintura de caléndula se puede tomar internamente para problemas digestivos o aplicar externamente para heridas y quemaduras. Tiene la ventaja de tener una larga vida útil, pero su preparación es más laboriosa que la de la infusión.
- Crema o ungüento: La crema o ungüento de caléndula se utiliza principalmente para el cuidado de la piel. Es fácil de aplicar y su efecto es rápido, pero puede causar reacciones alérgicas en personas sensibles.
- Aceite: El aceite de caléndula se utiliza para masajes o para hidratar la piel. Es muy nutritivo, pero puede ser demasiado graso para algunas personas.
- En la cocina: Las flores de la caléndula se pueden añadir a ensaladas, sopas y otros platos para darles color y sabor. Sin embargo, algunas personas pueden encontrar su sabor algo fuerte.
Plantas alternativas a la Caléndula
La manzanilla y la equinácea son dos plantas con propiedades similares a las de la caléndula. La manzanilla también tiene propiedades antiinflamatorias y calmantes, mientras que la equinácea es conocida por su efecto estimulante del sistema inmunológico.
Testimonios sobre la Caléndula
- Rosa: “Tenía una úlcera en la boca que no sanaba. Empecé a hacer enjuagues con infusión de caléndula y en unos días la úlcera había desaparecido.”
- Luis: “Soy jardinero y a menudo tengo pequeñas heridas y cortes en las manos. Empecé a utilizar un ungüento de caléndula y noté una gran mejoría. Las heridas cicatrizan más rápido y siento menos dolor.”
- Ana: “Siempre he tenido problemas de digestión. Desde que tomo una infusión de caléndula después de las comidas, me siento mucho mejor. Ya no tengo esa sensación de pesadez y los gases han disminuido.”
Conclusión
La caléndula es una planta con una larga historia de uso medicinal. Su rica composición química le otorga propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes, antibacterianas, digestivas y antioxidantes. Aunque su uso es generalmente seguro, debe utilizarse con precaución y siempre siguiendo las recomendaciones de un profesional de la salud. Con diferentes nombres según el país, como “maravilla” en México, “botón de oro” en Colombia o “flor de muerto” en España, la caléndula es un auténtico tesoro de la naturaleza al alcance de todos.